jueves, 4 de febrero de 2010

LA EDUCACIÓN. CENTROS DE ENSEÑANZA

Quizás sea en este campo donde la RASD a conseguido uno de los éxitos más espectaculares. Han pasado de una tasa de analfabetismo de un 85 % a la total escolarización de la población de 3 a 16 años. Es un éxito sin precedentes contando con las desfavorables condiciones de una situación de guerra, un medio inhóspito, falta de programas educativos autóctonos, falta de profesorado, de medios didácticos y de material educativo. Es en la escuela donde se operan las transformaciones con profundidad de la sociedad saharaui: unidad de pueblo, dignidad nacional, igualdad de sexos y responsabilidad de cada uno en la construcción de la sociedad. En definitiva el afianzamiento de los valores humanos y señas de identidad nacional.



Ya desde el comienzo del asentamiento en los campamentos de refugiados en la zona de Tinduf en 1975, la educación fue un tema prioritario a pesar de existir otras necesidades más perentorias. Con el lema de “un saharaui que sabe es un saharaui que enseña”, comenzó a improvisarse la atención educativa a los niños y niñas de las familias que huían de los ataques del ejército marroquí, contando como docentes con los poquísimos maestros que se habían formado en el tiempo de la colonia y con estudiantes universitarios o de secundaria, que tuvieron que dejar momentáneamente sus estudios. Las clases se daban al aire libre y la ausencia de medios se suplía con buenas dosis de imaginación: por ejemplo, se conseguía tinta a partir del carbón.


Prácticamente desde esos primeros tiempos, el Frente Polisario inicia el proceso de creación y organización de escuelas y de envío al extranjero, tanto de niños y niñas en edad escolar para continuar su educación, cuando ésta no era posible en los campamentos, como de jóvenes que se formarán para ser los futuros maestros y maestras del sistema educativo saharaui.



También en esos primeros momentos, se empieza a plantear la necesidad de un programa de enseñanza unificado que contribuya al desarrollo de una cultura nacional saharaui, adaptada a las condiciones que imponía la guerra de liberación. El programa de enseñanza empezó siendo bilingüe (en árabe y español) y la presencia de esta segunda lengua se ha mantenido de una manera u otra en el sistema educativo por voluntad de los propios saharauis, que la consideran parte de sus señas de identidad en un entorno francófono.

En la dura situación de las dificultades derivadas de la guerra, del territorio ocupado y de un exilio prolongado, se realizan enormes esfuerzos y espectaculares avances en el plano educativo que, aunque obviamente no están exentos de errores y problemas, arrojan un saldo muy positivo, más si se tiene en cuenta su contexto africano.



ESTRUCTURA EDUCATIVA



La escolarización es obligatoria y gratuita hasta los 16 años para todos los niños y niñas. La formación educativa se distribuye en las siguientes etapas:

Guarderías. Para niños y niñas de 1 a 3 años.

Educación Preescolar. Para niños y niñas de 3 a 6 años. El alumnado se escolariza en jardines de infancia, cada uno ubicado en una daira, más uno situado en la Escuela 27 de febrero.

Educación Primaria. Los niños y niñas se escolarizan en seis niveles de 6 a 12 años. Se estudia en los colegios de cada daira.

Educación Secundaria. Los jóvenes, tanto varones como mujeres, se escolarizan hasta los 16 años para hacer el primer ciclo de secundaria en la Escuela de 9 de junio y en la Escuela 12 de octubre en régimen de internado. Aunque se intenta que el alumnado puedan continuar el segundo ciclo de secundaria en los Campamentos, la falta de infraestructura, personal y medios obliga a que, en su mayoría continúen los estudios en países amigos (Argelia, Libia,…).

Educación Especial. Para personas con discapacidades físicas, psíquicas y sensoriales. Existen cuatro centros, uno en cada wilaya, donde se trabaja con niños y niñas que presentan necesidades educativas especiales.

Formación profesional. Están en funcionamiento los Centros 27 de Febrero (para mujeres), “Luali Mustafá” (ubicado en la Escuela 12 de Octubre), “Olof Palme” (para la formación de la mujer, situada en la Wilaya de Aaiun), “Gazuani” y la Escuela Paramédica "Bachir Saleh". Ofertan especialidades como: corte y confección; tapicería; carpintería; mecánica y electricidad del automóvil; soldadura, chapa y pintura; electricidad industrial; administración; profesorado y enfermería.

Campañas de alfabetización para la población adulta realizadas de forma sistemática durante los periodos de vacaciones.

El bachillerato y los estudios universitarios son realizados en el extranjero, mediante convenios culturales o de cooperación con diferentes países.La selección de los estudios superiores se hace sobre la base de la planificación de las necesidades.

El periodo escolar se desarrolla de septiembre a junio, existiendo además diez días de vacaciones en diciembre y en marzo. Las clases para los niños de mediana edad suelen comenzar a las nueve de la mañana, acabando su jornada a las cinco de la tarde, con un pequeño descanso para almorzar.


La educación islámica no es fácil. Darla en unas condiciones en las cuales el escaso material escolar disponible es aprovechado al máximo: el mismo libro lo comparten cuatro niños, las mismas láminas de dibujo rotan de mesa en mesa, apenas existen mapas, una tiza es un tesoro y el papel es un bien escaso y deseado.


Algunos escolares han pasado uno o dos meses de su vida fuera del desierto, en campamentos y colonias de verano sufragadas por organizaciones amigas. Las colonias de verano en países europeos tienen por finalidad permitir que los niños y niñas conozcan otra vida que no esté determinada por la presión de la guerra y la visión del desierto. Los más afortunados han estado esos dos meses acogidos por familias solidarias, y así, han podido ver el mar y las montañas, y serán los encargados de explicárselo a los compañeros que nunca lo vieron y probablemente muchos no verán.


FUENTE: sadicum.org

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